Me han preguntado dónde está mi casa
pero hace tiempo que no la encuentro y
busco desde mi cama
un lugar en el que sentirme menos muerta.
Me han preguntado dónde está mi casa y temo que quieran arrebatármela aunque temo que ya no es mía,
que ya no es más
que cenizas.
Entonces señalo en dirección al musgo porque mi padre me dijo que no debía perder el norte que no debía perder el rumbo
y yo lo confundí con música.
Me han vuelto a preguntar por mi casa y dejad de decirme que tengo casa dejad que siga muriéndome sola en mi cama.
Que la casa es dulce dicen que la casa es de caramelo
y no hago más que morder los muebles para intentar quitarme el amargo que dejan los vómitos.
Porque ya tuve demasiado dulce
me comí la casa,
y duermo en los cimientos.
La cama no está vacía y aunque sé con certeza que va romperse
dejo caer el peso de mis hombros con todo sobre la cama
y pum
ya no me queda nada.
Y pum
ya no me queda cuerpo.
Ahora, dejad de preguntar dónde está mi casa.