sábado, 19 de julio de 2014

¿Loco, yo?

Todos me decían que estaba loco, que era imposible que pudiera hablar con mi padre, o verle, que él no estaba con nosotros. Pero mentían. Todas las noches, manteníamos largas conversaciones frente a la chimenea. Un día, cansado de tantas mentiras, decidí matarlos a todos. Y entonces, como por arte de magia, ellos comenzaron a verle también. ¿Veis cómo no estaba loco?

No hay comentarios:

Publicar un comentario