La luna le dijo adiós.
Le dijo adiós, con los ojos encharcados
y la mirada perdida.
Le dijo adiós, sin saber que él no escuchaba.
Que no podía.
La luna le dijo adiós y pasaron tres días
hasta que alguien contestó.
Y no fue él.
Él ya no era.
Ay Luna, Lunita, Lunera.
Quién pudiera abrazarse a tu pecho,
y calmar tus penas.
Quién pudiera escuchar tus latidos
en la noche oscura
en la noche en calma.
Ay, luna, lunita, lunera
que nos lo han quitado.
Tu amante, mi amigo, su alma.
Quién pudiera retrasar el tiempo.
Y matar el odio
o a ellos, por qué no.
Ay, Luna, abrázame fuerte
a ver si nos oye
y decide volver.
Que yo no quiero llorar de pena
quiero su vuelta.
Quiero que vuelva,
ay, Luna, Lunita, Lunera.
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